domingo, 20 de abril de 2008

Día 0: Aeropuerto - Virgen del Camino - León (y Tercera Parte)

Casi llorando me vuelvo sobre mi camino, había pedaleado unos 30 - 40 minutos, arrastrando la bici, hecho polvo, barro hasta las cejas, la cadena colgando, el cambio trasero enganchado a los radios, llego lastimosamente al Santuario de la Virgen del Camino otra vez, encuentro gente en la tienda de el Santuario y me desahogo un poco, bueno, al menos ya tengo mi primer sello.

Me indican que el autobús a León está enfrente, es lo mejor que puedo hacer, espero 30 minutos y aparece, lloro otro poco a la conductora y me deja meter la bici en el autobús al centro de León, me dice que si viene alguno con silla de ruedas tendré que bajarme.

Toda la periferia de León me parece feísima, no me gusta nada, tengo un ranking de ciudades feas del camino, y todo este trozo de los alrededores de León se lo está ganando.

No tenía ni ídea dónde dormir esa noche, no tenía intención pasar una noche en León, así que pregunté y un amable pasajero del autobús me indica cómo llegar al Albergue del Centro y dónde bajarme.
Llego por fín al Albergue de las benedictinas, un albergue un poco siniestro, un voluntario del Camino de cierta edad me atiende, me reconoce que no es de León, pero me proporciona una lista de 3 tiendas de bicis de unas hojas mecanografíadas de cuando se estrenó El Imperio Contraataca, y un mapa de León para que busque yo las direcciones ya que este señor no tiene ni idea de León.

Estupendo, me enseña mi litera, un montón de gente dentro, dejo las alforjas encima de la litera, eso es una de las constantes del viaje, soltar las alforjas encima de la litera, o encima del suelo, o tirarlas, no hay forma de dejarlas en la bici después de una jornada. Siempre necesitas algo, así que siempre las quitaba de la bici.

Todavía estoy aturdido, qué coñazo soy, en fin, me voy para afuera y veo a 2 tipos afuera sentados en el patio del Albergue, me siento con ellos y empiezo a largar otra vez mis desgracias, parecen gente simpática, son de Málaga y hacen el Camino a pie como la mayoría con la que me cruzo, les cuento mis penas, me dicen que han visto otros ciclistas pero que no están ya por ahí, finalmente se tienen que ir, sigo tirado. Decido ponerme en marcha y hacer algo, me ducho, me pongo ropa limpia y salir por León.

Marcho sin rumbo dando una vuelta por el centro León, muy bonito, me fijo en todos los bares pero no me paro en ninguno hasta que veo uno con fútbol y gente. El puto Madrid le gana al Racing y sigo con la depresión, me doy otra vuelta por León, hago una foto a la Catedral, y sigo el paseo hasta el albergue otra vez, a dormir, y mañana será otro día


Cuando llego hay una pregaria o una oración del peregrino, yo estoy hasta el fistro, paso de todo, una pena, hubiera sido curioso, otra vez será.

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